• ¿Cómo se aplica la seguridad al transporte aéreo? ¿Qué organismos la aplican y bajo qué criterios?
  • Conozca cómo se lleva a cabo una inspección en rampa antes de un vuelo
  • Descubra cómo las compañías pueden garantizar de forma óptima la seguridad aérea

La seguridad es crucial en el transporte aéreo y desbanca a cualquier otro pilar operativo, incluso a la celeridad y eficacia del servicio. Por ello existe una amplia variedad de organizaciones, autoridades y entes reguladores que aseguran que todo transporte aéreo esté cubierto por estrictas normativas de seguridad.

Claro que esto, a veces, produce ciertos inconvenientes a los pasajeros de las aerolíneas. Tomemos esta historia como ejemplo.

¿Qué podría ocurrir cuando un avión no garantiza suficiente seguridad?

Imagínese a una familia europea que está planificando unas vacaciones en Marruecos. Llegan al aeropuerto a tiempo para su vuelo y sin retrasos previstos.

Una vez dentro del avión:

  • De repente anuncian un retraso sin dar explicaciones.
  • Al cabo de una hora de espera, la aerolínea pide que dos pasajeros se ofrezcan voluntarios para abandonar el avión. ¿Por qué? Hay dos cinturones de seguridad que no funcionan bien.
  • Dos pasajeros se ofrecen voluntarios, PERO se anuncia otro retraso debido al desembarco de su equipaje.
  • No quedan más intervalos de tiempo libres en el aeropuerto, o en el horario de tráfico aéreo, para que el avión pueda despegar.
  • Todos los pasajeros deben irse a su casa y volver al día siguiente por la mañana temprano…

Criterios de seguridad del transporte aéreo

Los estándares de seguridad son necesarios para garantizar la seguridad de todos aquellos relacionados con el transporte aéreo, y todas las partes interesadas deben cumplirlos por ley. Del hipotético caso de los dos asientos defectuosos se habría encargado la EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) con el Programa de Inspección en Rampa, realizado por inspectores autorizados.

El Programa de Inspección en Rampa tiene dos componentes – SAFA (Evaluación de la Seguridad de Aeronaves Extranjeras) para operadores de terceros países y SACA (Evaluación de la Seguridad de Aeronaves Comunitarias) para operadores conformes con las regulaciones de otro estado miembro de la UE. Con este programa, los inspectores examinan las aeronaves y verifican su conformidad con las normativas de seguridad internacionales, o con los Estándares de la Unión Europea, según sea aplicable. Las aeronaves están sujetas a inspecciones si la EASA sospecha que pudieran no estar conformes con dichos estándares.

Tales sospechas se basan en varios factores y entre ellos se encuentra la información recogida por los estados que participan en el programa. Además, la EASA regula una base de datos centralizada de todos los informes de inspección en rampa. Esta base de datos se analiza cada 3-4 meses para que la EASA y las autoridades aéreas de los estados participantes puedan determinar si existe algún riesgo para la seguridad del transporte aéreo. También pueden llevarse a cabo inspecciones en rampa de forma aleatoria, y sin ninguna razón en concreto, realizando un procedimiento de control por sorpresa en vez del proceso estándar.

Uno de los aspectos más importantes del Programa de Inspección en Rampa es su método no discriminatorio – todo país participante del programa debe inspeccionar cualquier aeronave para comprobar su conformidad con los estándares de la UE, tanto si la aeronave se encuentra bajo la supervisión de un tercer país o de otro país de la UE. Cuarenta y ocho estados participantes del programa, incluyendo a los miembros de la UE de la Conferencia Europea de la Aviación Civil, y los estados no pertenecientes a la EU cuyas autoridades aeronáuticas han firmado el Acuerdo de Trabajo con la EASA.

Cómo funciona la inspección en rampa y cómo puede dejar a un avión en tierra

Las inspecciones en rampa se realizan durante el plazo de tiempo entre el aterrizaje y el despegue. Se componen de cincuenta y tres tipos diferentes de comprobaciones, incluyendo los manuales y el equipo de cabina, la aeronavegabilidad del aparato, la carga almacenada e incluso las licencias de los pilotos.

Las comprobaciones pueden ser realizadas en gran detalle. Veamos un ejemplo – un tipo de comprobación en particular de la lista de verificaciones con el estándar de referencia A8-IIIB-8.4 describe las salidas de emergencia de una aeronave inspeccionada, con al menos seis comprobaciones diferentes que incluyen la posición de las salidas, los marcajes e instrucciones de uso y la configuración de los asientos.

Es posible que el tiempo entre la llegada y el despegue no sea suficiente para realizar las cincuenta y tres comprobaciones. Según la política de la EASA, las inspecciones en rampa, generalmente, no retrasan la salida de las aeronaves, excepto que bajo ciertas condiciones sea necesario hacerlo por seguridad. Esto incluye las detecciones de Categoría 2 y 3, significativas e importantes respectivamente y que podrían comprometer la seguridad de la aeronave. Se deben tomar medidas correctoras adecuadas para subsanar dichas deficiencias antes de que la aeronave inspeccionada reciba autorización para seguir vuelo. ¡Importante! Se informará al capitán de la aeronave inspeccionada de las deficiencias detectadas y se le pedirá que las solucione. En casos poco frecuentes, si los inspectores creen que el capitán no va a abordar los problemas, no autorizarán el despegue del avión.

En otros casos, el avión puede salir bajo restricciones operativas. Por ejemplo, en el caso anterior, se permitió volar al avión siempre que los asientos con cinturones defectuosos quedarán desocupados. Una vez finalizado el vuelo, se informará al operador y a las autoridades de aviación a cargo de la aeronave de los problemas detectados por el inspector para que los solucionen.

¡Tenga en cuenta que la detección de problemas importantes puede provocar la cancelación temporal del permiso de vuelo del avión afectado! Esto quiere decir que el avión ya no podrá aterrizar en dicho estado, y ni siquiera sobrevolar su espacio aéreo, hasta que el operador demuestre que ha corregido las deficiencias.

Implementación de la seguridad aérea y disminución de las permanencias en tierra

En muchos aspectos, la seguridad es un acuerdo bilateral entre autoridades y aerolíneas. Es responsabilidad de las autoridades de aviación el garantizar que las aerolíneas se adhieran a la Política de Seguridad y que los Sistemas de Gestión de Seguridad se implanten en las aerolíneas. Del mismo modo, es responsabilidad de las aerolíneas garantizar el mantenimiento de sus naves, las destrezas de los pilotos y que cumplan con los estándares otros aspectos pertinentes de seguridad.

Existen ciertas compañías que trabajan con las aerolíneas para garantizar su conformidad con los estándares de seguridad. Estos organismos llevan a cabo sus propias investigaciones y evaluaciones independientes, garantizan que no haya brechas en la implementación de protocolos de seguridad y suministran entrenamiento de apoyo para que el personal mejore esta implementación. Ofrecen un apoyo continuo a las aerolíneas para que contribuyan con la Organización de Gestión del Mantenimiento de la Aeronavegabilidad (CAMO) en línea con las normativas internacionales, asisten a las aerolíneas y a su personal para prevenir posibles deficiencias y detección de problemas durante las inspecciones en rampa y a resolverlos antes de que despegue el avión o durante las comprobaciones de mantenimiento. Una de estas compañías es IAS, empresa que trabaja estrechamente con las aerolíneas para garantizar su seguridad y desempeño, y para mejorar la gestión de su patrimonio.

Los intervalos más cortos entre vuelos generan más beneficios a las compañías. Por esta razón, las aerolíneas prefieren prever tales riesgos y evitar permanencias en tierra u otras situaciones desastrosas durante los intervalos entre salidas y llegadas de sus aviones. Utilizan empresas como IAS para minimizar estos riesgos y mantener a sus aviones en el aire de forma segura y sin retrasos. ¡Recuerde esto en su próximo vuelo, cuando vea cómo todo marcha a la perfección!

El equipo IAS cree que “Un cielo seguro es el resultado de procesos estructurados, eficientes y controlados, conformes con las regulaciones internacionales”.