• ¿Qué industrias son el motor de la economía de Turquía?
  • Descubra por qué la situación geográfica de Turquía tiene una importancia crucial en su desarrollo
  • Cadenas de suministro verticales mejor integradas y una mano de obra de primera: las claves para el crecimiento futuro
  • ¿Cómo puntúa el país en cuestiones medioambientales y de responsabilidad social corporativa?  

Cuando se trata de socios comerciales, Turquía tiene un claro favorito. A pesar de los acuerdos de libre comercio que el país ha firmado con Israel, Chile, Jordania y Albania (entre otros), la UE es, con diferencia, el socio número uno de Turquía para la importación y exportación, alcanzando el 44,5 % del principal mercado de exportación del país.

Turquía es actualmente el quinto proveedor de importaciones de la UE, concentrándose principalmente en maquinaria, equipamiento de transporte y artículos manufacturados como textiles y juguetes. ¿Qué es lo que hace que Turquía resulte tan atractiva para las empresas europeas?   

 

Los pesos pesados de la economía turca

Antes de hablar sobre las razones en las que se basa el desarrollo de la producción en Turquía y su popularidad como destino de abastecimiento, vamos a examinar algunas de las industrias clave que desempeñan un papel importante en la economía del país:  

  • Confección

Las cifras del Ministerio de Economía de Turquía indican que la economía del país depende en gran medida de la industria de la moda. En 2015, los productos textiles y de confección representaban la mayor parte (el 18,5 %) del total de mercancías exportadas por Turquía. A pesar de la caída de las exportaciones que se produjo en 2017, la Asociación de Fabricantes de Confección de Turquía pretende acabar el año 2017 con un objetivo de exportación de 17 mil millones de US$.

  • Alimentación y bebidas

A principios de la década de 2000, Turquía experimentó una disminución de la exportación de materias primas alimentarias para la producción de productos de alimentación procesados, triplicándose el tamaño de la industria de alimentos y bebidas manufacturados. En 2010 se valoró en 6700 millones de US$.

  • Industria automovilística

Turquía también es un nodo regional esencial para el montaje de automóviles, donde algunos populares fabricantes de coches europeos, como Renault y Ford, se benefician de la unión aduanera de Turquía con la UE, que permite exportar mercancías no esenciales a Europa sin restricciones aduaneras. En septiembre de 2017, la producción automovilística de Turquía había crecido un 13 % respecto al año anterior, con un total de 1,22 millones de vehículos producidos durante los primeros nueve meses de 2017.

  • Juguetes

La industria del juguete es otro de los pilares de la economía de Turquía y, según datos del Instituto Turco de Estadística, se ha multiplicado por 20 durante los últimos cinco años, alcanzando una cuota de mercado aproximada de mil millones de US$.

 

Un destino excelente de abastecimiento

¿Qué factores convierten a Turquía en un destino excelente de abastecimiento para las empresas europeas? La respuesta a esta cuestión abarca muchos aspectos pero, probablemente, el más importante son los rápidos plazos de entrega en comparación con otros destinos equivalentes situados en Extremo Oriente.

Típicamente, Asia no puede competir con la proximidad de Turquía a Europa, que permite a los compradores repetir rápidamente los pedidos de artículos populares dentro de una temporada determinada (esto es esencial en la industria de la moda). Se pueden hacer pedidos y recibir muestras en un plazo de cinco a siete días. En comparación, el envío de muestras de China a Francia tarda como mínimo 41 días.

La rapidez de comercialización es esencial para la competitividad de Turquía, especialmente para competir con Extremo Oriente. “Aunque Turquía tiene un nivel de costes de producción más alto en comparación con los típicos destinos de abastecimiento en Extremo Oriente, ofrece un tipo de cambio favorable”, comenta Stephen Taylor, director senior en Kurt Salmon. “En general, los mayores costes de producción en Turquía en comparación con Extremo Oriente se pueden compensar con las ventajas que ofrecen los plazos más cortos y la capacidad de reaccionar más deprisa a la evolución del mercado”.

La situación estratégica de Turquía en el cruce de caminos entre Europa y Asia Central ofrece también una ventaja geográfica a los equipos que desean volar y hacer negocios el mismo día. La producción de artículos en Turquía permite visitar regularmente las fábricas o los centros con unos gastos relativamente bajos, lo que significa que los minoristas y los compradores pueden tener más contacto directo con los proveedores, y los responsables de control de calidad pueden hacer inspecciones regulares de la producción.

Además, Turquía también es un destino de abastecimiento excelente gracias a su condición de centro neurálgico en el suministro de materias primas, que abastece el Norte de África, Europa Central y África Oriental. La exportación de materias primas en Turquía está en continuo crecimiento. En 2017, las ventas de materias primas aumentaron un 6 %, alcanzando los 5100 millones de US$. Durante el primer trimestre de 2018, dicha cifra ascendió a 5300 millones de US$.

Los tejidos, textiles, elementos decorativos y accesorios turcos compiten actualmente con China e India por los mercados de Europa Central. Según los datos de la Solución Comercial Integrada Mundial, en 2013 los principales países de los que la Unión Europea importó productos textiles y prendas de vestir incluían China, Turquía, Bangladés, India y Pakistán. China representó el 37,64 % del valor comercial, mientras que Turquía registró el 14,09 % e India el 7,09 %.

Turquía se beneficia del modelo de producción CMT (Cut, Make, Trim = Corte, Confección, Acabado) para suministrar tejidos, elementos decorativos y accesorios a empresas de Marruecos, Túnez y del Centro y el Este de Europa. Como tales, las marcas pueden adquirir tejidos turcos para sus fabricantes CMT. Por ejemplo, una marca puede comprar tejido turco y pedir que se envíe a Bulgaria para confeccionar una blusa de señora.

 

Cadenas de suministro vertical respaldadas por una mano de obra de primera

Las cadenas de suministro vertical integradas y bien desarrolladas (en las cuales las organizaciones controlan en gran medida la cadena de suministro completa) son otra de las razones en las que se basa la popularidad de Turquía entre los compradores, siendo la importantísima industria de la confección un buen ejemplo de ello. Los fabricantes turcos son capaces de crear una amplia gama de productos textiles y acabados de tejidos, y el hecho de que todo se pueda producir en un mismo país facilita las cuestiones logísticas y de aprovisionamiento para los minoristas, además de acelerar los plazos de entrega. “No es necesario importar de otros países”, explica Cem Altan, miembro de la Asociación de Exportadores de la Confección de Estambul.

Un elemento clave de las capacidades de la cadena de suministro vertical del país es el alto nivel de la mano de obra de Turquía. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la mano de obra en Turquía incluye aproximadamente a 30,5 millones de personas, lo que la convierte en el 3.er mercado laboral más grande de Europa, a poca distancia de Alemania y el Reino Unido. El aumento de la educación universitaria ha permitido a Turquía transformar a su población joven en mano de obra cualificada:

  • Más de 6,7 millones de estudiantes en Turquía están realizando estudios superiores. Se trata de una cifra impresionante, teniendo en cuenta que China (cuya población es más de 15 veces mayor que la de Turquía) tiene 30 millones de estudiantes matriculados en centros de educación superior.
  • Aproximadamente 800 000 estudiantes finalizan la universidad cada año, casi el doble que en 2010.
  • Turquía cuenta con estudios de ingeniería de primera.

Cabe destacar este último punto: la Encuesta de Opinión de Ejecutivos del Centro Mundial de Competitividad IMD otorgó a Turquía una puntuación de 6,86 sobre 10 en cuanto a “ingenieros cualificados”, superando a Alemania, la potencia de ingeniería tradicional, que obtuvo una puntuación de 6,58.

Mirando hacia el futuro

Para que Turquía siga desarrollando sus industrias manufactureras y dando empleo al creciente número de licenciados universitarios, es importante que las empresas sean capaces de mirar más allá de la producción mecánica de mercancías, y se concentren en el progreso en otras áreas integradas verticalmente.

Uno de estos factores es el aumento de la capacidad de diseño del país. Durante los últimos 15 años, las fábricas de Turquía han ido introduciendo cada vez más departamentos internos de diseño. Este cambio ofrece un valor añadido a las marcas y los compradores, proporcionando más opciones de diseño y permitiendo a los minoristas el ahorro potencial de tiempo y dinero.

 

Aspectos medioambientales

Cuando se habla de los planes de producción futuros de un país, es imposible no abordar su posicionamiento particular sobre las cuestiones medioambientales. Stephen Taylor, de Kurt Salmon, cree que Turquía está actuando de manera responsable en esta área y aplica controles estrictos sobre su producción: “Es uno de los pocos países que obligan a todos sus fabricantes de productos textiles a cumplir las normas sobre medio ambiente aceptadas a nivel internacional”. Por ejemplo, Turquía es uno de los cinco únicos países (los demás son Alemania, Holanda, India y Francia) que aplican una prohibición de tintes azoicos cancerígenos con normas ecológicas.

La industria del juguete en Turquía, de mil millones de dólares, también ha adoptado rápidamente las especificaciones sobre seguridad y medio ambiente reconocidas internacionalmente. Desde 2005, todos los fabricantes de juguetes del país deben respetar las normas de marcado CE de la Unión Europea.   

El avance en este importante campo proviene de los cambios del gobierno a la Ley sobre Medio Ambiente, que ha sido modificada a lo largo de los últimos diez años para adecuarla a la normativa de la Unión Europea.      

 

Responsabilidad Social Corporativa

A medida que aumenta el número de marcas que reconocen la creciente importancia de su historial de responsabilidad social corporativa, dicho énfasis se ha transmitido hacia abajo a lo largo de la cadena hasta llegar a los proveedores. La consecuencia es que cada vez más fabricantes turcos están creando en sus empresas departamentos de responsabilidad social corporativa.

Hikmet Tanriverdi es el presidente de la Asociación de Exportadores de la Confección de Estambul y está convencido de que Turquía va a seguir progresando en cuestiones de responsabilidad social corporativa (CSR), “Con la colaboración entre el sector, las ONG (organizaciones no gubernamentales) y otros socios comerciales, creemos que los productores turcos van a alcanzar una posición de liderazgo en cuanto a CSR”.

 

La situación real

Como ya hemos mencionado, el gobierno y algunas organizaciones particulares han adoptado varias medidas para impulsar la sostenibilidad medioambiental y la responsabilidad social corporativa. Sin embargo, la situación real de la integración de estas prácticas aún deja mucho que desear.

Según la Asociación de Exportadores del Sector Textil y de la Confección de Estambul (ITKIB), la mayor parte de la industria textil posee el certificado ISO 9001 o ISO 9002, lo que significa que la mayoría de las organizaciones cumplen de manera satisfactoria las normas sobre medio ambiente y responsabilidad corporativa. No obstante, Turquía tiene una red de fabricantes densa y diversa que le permite ser productiva y tener capacidad de reacción, pero que, al mismo tiempo, dificulta la realización de auditorías adecuadas desde el punto de vista de la CSR y la sostenibilidad.

Como resultado de esta falta de auditorías eficientes o adecuadas, muchas empresas todavía utilizan procesos perjudiciales para el medio ambiente, desde el cultivo de fibras naturales (que supone el uso de pesticidas y sustancias químicas nocivas) hasta la producción de fibras sintéticas (que provoca emisiones dañinas).

Según un estudio realizado en 2012 por la Fundación para el Desarrollo Tecnológico de Turquía, el principal problema medioambiental que continúa afectando a la industria textil turca es la contaminación del agua debido a la descarga de vertidos. Actualmente, la industria textil (responsable del 15 % del consumo de agua) es el segundo sector en cuanto a intensidad de uso del agua (el primero es la metalúrgica básica). Por ejemplo, la cuenca del río Ergene  está sumida actualmente en la contaminación como consecuencia de las aguas residuales de la industria textil y su vertido. Los residuos líquidos que se producen por las operaciones de lavado, tintado y procesos de neutralización reducen la calidad del agua corriente abajo y son una amenaza para la vida acuática.

 

Además, aunque muchas empresas de la industria textil se someten ellas mismas a auditorías sociales, muchas otras siguen haciendo muy poco por la CSR. Generalmente, las empresas rezagadas se rigen por una perspectiva de gestión a corto plazo. Algunos de los factores que contribuyen a que se descuiden los aspectos de la CSR son:

  • El uso de trabajadores escasamente cualificados que, finalmente, provoca un aumento de las tasas de reelaboración.
  • Los bajos costes asociados con el vertido de emisiones y aguas residuales.
  • Plazos de entrega cortos que lleva a las empresas a hacer recortes durante la producción para seguir el ritmo de las tendencias.

El estudio mencionado llevó a cabo también una encuesta entre las empresas textiles, y llegó a la conclusión de que el 64 % de todos los que respondieron a la misma carecían de una visión clara sobre las políticas encaminadas a la sostenibilidad. Asimismo, en más del 75 % de las empresas con procesamiento en húmedo no se habían desarrollado tecnologías eficientes para la gestión de los residuos.

No obstante, a pesar de las estadísticas negativas, otra de las conclusiones del estudio es que, como consecuencia de las presiones legislativas y de las demandas de los clientes en relación con la CSR, más del 60 % de las empresas tienen un estándar conveniente de la gestión de residuos, lo que sugiere un impulso positivo hacia delante.

 

El crecimiento de Turquía en el futuro

Mientras que la situación geográfica de Turquía le permite acceder a diversas regiones, y sus sectores industriales en continuo desarrollo atraen un mercado próspero de exportación, para el futuro crecimiento es importante no mirar demasiado lejos del mercado doméstico.

Se espera que la población de Turquía crezca un 20 % en los próximos 25 años, alcanzando los 90 millones de personas. Además, estos futuros habitantes de Turquía serán jóvenes y tendrán un buen nivel de estudios: en el año 2040, se espera que más de la mitad de la población de Turquía tenga menos de 40 años (en comparación con el 40 % en China).

Si el sistema universitario de Turquía, que está en expansión, continúa formando a la próxima generación para realizar trabajos altamente cualificados, la creciente clase media del país debería estimular el gasto en consumo y proporcionar el eje central del crecimiento del mercado doméstico en Turquía.