• ¿Sabes lo que se necesita realmente para hacer tu camiseta?
  • Desde agricultores que enferman al daño que se hace al medio ambiente: La realidad del algodón convencional.
  • El modo en que el “Comercio justo de algodón” sostenible está marcando una gran diferencia.
  • Aprende más sobre el algodón sostenible y descubre cómo puedes ser una pieza clave.

Está en la toalla que usas para secarte por la mañana y en la funda de almohada en la que apoyas la cabeza por las noches. Está en tus camisetas de trabajo favoritas y en la manta de juegos de tu bebé. El algodón está en todas partes y, siendo el cultivo comercial más antiguo del mundo, alrededor del 60% de la cosecha total de algodón se utiliza en la industria textil.

En todo el mundo, más de 350 millones de personas trabajan en el sector del algodón. Sin embargo, a pesar de su popularidad, la industria algodonera se enfrenta a varios desafíos de sostenibilidad a largo plazo.

El grave impacto medioambiental del algodón convencional

La demanda de algodón como cultivo mundial ha generado preocupaciones crecientes sobre el impacto en el medio ambiente, principalmente por el hecho de que el cultivo del algodón requiera mucha agua. Un informe de WWF sitúa al algodón entre los cultivos más “sedientos” del mundo, y las estadísticas comparables son bastante reveladoras:

  • Se pueden llegar a necesitar más de 20.000 litros de agua para producir 1kg. de algodón.
  • Se usan 2.720 litros de agua en la fabricación de una camiseta de algodón.
  • Un par de pantalones vaqueros pueden llegar a necesitar alrededor de 10.850 litros de agua.

Seguramente sea una sorpresa para la mayoría de la gente saber cuántos miles de litros de agua se han utilizado en la fabricación de la ropa que tienen doblada en sus armarios. Otra forma de poner de manifiesto el sorprendente uso del agua en la fabricación de prendas de algodón es comparar esas cifras con acciones cotidianas familiares. ¡Hacer una camiseta equivale a tirar del inodoro 250 veces! ¿Y un par de vaqueros? – Con el agua que necesitan habrías regado el césped con manguera durante 9 horas seguidas.

Además del consumo abrumador que los cultivos de algodón hacen del suministro de agua del planeta, también se exceden en cuanto al uso de productos químicos se refiere. Aunque tan solo el 2,4% de las tierras de cultivo mundiales están dedicadas al cultivo del algodón, representa el 24% de las ventas mundiales de insecticidas y el 11% de las ventas de pesticidas, a un precio de dos mil millones de dólares cada año.

Producción de algodón en el mundo por país en 2015/2016 (en 1.000 toneladas métricas)

Este uso masivo de productos químicos en los cultivos, junto con prácticas agrícolas no sostenibles en los países más pobres, ha tenido graves repercusiones en los ecosistemas que están intrínsecamente vinculados a las explotaciones de algodón. Según el World Wildlife Fund, el cultivo de algodón no sostenible ya ha tenido un impacto masivo en varias de las grandes cuencas fluviales, incluido el mar de Aral, el río Indo en Pakistán, la cuenca Murray-Darling en Australia y el río Grande en la frontera de EE.UU./México.

1. Efectos sociales

El terrible efecto del uso de productos químicos en la industria algodonera no es tan solo un problema para los ecosistemas locales. La exposición a plaguicidas altamente peligrosos (HHP) representa un riesgo significativo para la salud de los agricultores en países en desarrollo, como se destaca en este estudio realizado por la Red de Acción de Pesticidas. En lugares como el sur del valle del Rift, en Etiopía, donde el algodón es cultivado por pequeños agricultores y en grandes instalaciones comerciales, la situación se agrava debido a un clima extremadamente caluroso. Bajo ciertas condiciones, los pesticidas se evaporan y pueden ser arrastrados, llegando a alcanzar áreas no deseadas, lo que representa un riesgo significativo, por lo que es importante considerar tanto la temperatura de la superficie del aire como la del suelo. Otras razones para aumentar los incidentes de envenenamiento por plaguicidas incluyen la falta de equipos de protección adecuados y la percepción de los pesticidas como “medicinas para plantas” en lugar de “venenos”.

En países como la India, la mayoría de los productores de algodón apenas pueden cubrir sus gastos de producción, y mucho menos obtener ganancias y mantener a sus familias. Las semillas de algodón genéticamente modificadas representan el 95% de la producción de algodón en la India, y es el aumento del precio de estas semillas, así como el de los fertilizantes y pesticidas, lo que ha llevado a una ola masiva de suicidios de los productores de algodón. Más de 270.000 productores de algodón de la India se han suicidado desde 1995.

2. Algodón de Comercio Justo – No cortados por el mismo patrón

Los efectos ambientales y sociales descritos anteriormente han llevado a las principales marcas y minoristas a solicitar la introducción de prácticas y planes sostenibles destinados a mejorar las condiciones de la producción del algodón.

Algodón de comercio justo se lanzó en 2005 y ofrece a los productores de algodón una alternativa al inestable mercado actual. El objetivo es proporcionar a los agricultores mejores condiciones de trabajo y precios más justos y estables, así como reducir el impacto ambiental en sus comunidades.

Los criterios de comercio justo son un punto de referencia de prácticas sostenibles que pueden utilizarse para medir y cuantificar a las organizaciones, que incluyen:

  • Precio mínimo de comercio justo: Establecido por región y variedad, los productores reciben un precio mínimo por el algodón en rama. Esto cubre el precio promedio de la producción sostenible y ofrece una red de seguridad contra una caída del precio del mercado.
  • Protecciones ambientales: No se usan productos químicos prohibidos. Uso minimizado de pesticidas y herbicidas, además de la protección de los recursos hídricos locales.
  • Estándares sociales: Se prohíbe el trabajo forzado y el trabajo infantil. No se acepta la discriminación de miembros debido a raza, color, religión, opinión política, afiliación sindical, etc.

Otros métodos de producción sostenible de algodón han arrojado resultados impresionantes, especialmente cuando se consideran las preocupaciones ambientales previamente establecidas: según la evaluación del ciclo de vida del algodón orgánico, en la cosecha de algodón orgánico de 2013-14 se ahorraron:

  • 236.9 mil millones de litros de agua, ¡el equivalente a 94.655 piscinas olímpicas!
  • 300.6 millones de kilovatios de energía, suficiente para mantener una bombilla de 60 vatios durante 57.122 años.
  • 96.2 millones de kg de CO2, el equivalente a conducir un automóvil alrededor del mundo 14.114 veces.

3. Éxitos del comercio justo que llegan lejos

En todo el mundo, las granjas de pequeña escala y las comunidades más grandes están beneficiándose de la producción de algodón de comercio justo. Actualmente existen 26 organizaciones certificadas de algodón de comercio justo que representan casi 60.000 productores de algodón en nueve países, algunos de los más pobres y vulnerables del mundo como Benín, Brasil, Burkina Faso, Egipto, India, Kirguistán, Mali, Nicaragua y Senegal.

Cómo puedes saber más sobre la revolución del algodón sostenible

Si te interesa asegurarte de que tu ropa sea de origen ético, verás no siempre es tan fácil descubrir la información que se necesita. Al mirar una etiqueta, ésta puede mostrarte en qué país se fabricó la ropa, pero probablemente no podrás saber cómo se cultivaron los materiales ni en qué condiciones se fabricaron las prendas. Sin embargo, un número cada vez mayor de consumidores está yendo más allá de las gangas e interesándose más sobre el impacto ambiental y social que tiene la ropa que usa. Por tanto, ¿qué preguntas deberías hacerte?

1. Algodón de comercio justo – Busca la marca

El primer paso es buscar la marca Algodón de comercio justo (Fairtrade) en las etiquetas de la ropa. Esto demuestra que la prenda se ha fabricado éticamente siguiendo los estándares de la organización Fairtrade.

El sitio web Fairtrade Foundation también es un buen lugar para investigar más a fondo sobre la misión del grupo, y ofrece ejemplos de dónde se puede adquirir ropa con la garantía de que utilice en su fabricación algodón de comercio justo.

2. #WhoMadeMyClothes #QuiénHizoMiRopa- Índice de transparencia de la moda

Otra herramienta muy útil a la hora de buscar prendas fabricadas de forma ética es el Índice de transparencia de la moda, que clasifica empresas según el nivel de transparencia de su cadena de suministro.

Este índice intenta dar una idea de lo poco que sabemos sobre lo que compramos y lo que llevamos puesto, con el objetivo general de persuadir a las marcas para que informen al público de sus estrategias y acciones en cuanto a temas medioambientales y sociales.

3. Todo el mundo puede hacer algo

Tanto la demanda como la presión por parte del consumidor son estrategias exitosas para animar a las tiendas a cambiar el modo en que obtienen sus productos y proveedores, así que asegúrate de preguntarles qué están haciendo para tener un impacto positivo en la sociedad.