Artículo actualizado en noviembre de 2019 a través de estadísticas más recientes.

Puntos importantes

  • Recuerde, su árbol de Navidad puede ser un producto altamente inflamable.
  • Conozca unas rápidas comprobaciones visuales que puede realizar para evitar que sus hijos sufran lesiones
  • Descubra de qué manera la información del etiquetado puede ofrecerle seguridad cuando hay dudas sobre algún componente

Los brillantes adornos navideños que aparecen en tiendas y lugares de trabajo son una clara señal de que se acercan las fiestas.

Una encuesta realizada a consumidores por la Fundación Internacional de Seguridad Eléctrica de Estados Unidos concluyó que el 86% de los americanos celebran las fiestas decorando sus hogares.

El primer adorno que se adquiere es generalmente un árbol de Navidad. En los Estados Unidos se venden 20 millones de árboles artificiales cada año. Dado que el árbol es la atracción principal del hogar durante las festividades, vale la pena dedicar unos minutos a comprender mejor las características de seguridad del mismo.

Para garantizar la seguridad de la familia, un árbol artificial puede pasar por hasta 20 pruebas diferentes. Estas pruebas tienen lugar mediante inspecciones directas del producto en la fábrica o a través de pruebas realizadas en laboratorios especializados. Entonces, ¿qué estamos probando? Las regulaciones y estándares de las pruebas se han diseñado entorno a tres asuntos principales: Riesgos de incendio, lesiones y envenenamiento.

1. ¿Cómo se controla el riesgo de incendio antes de que el árbol llegue a su hogar?

Si tenemos en cuenta que en Estados Unidos los árboles de navidad provocan incendios con un coste anual de 14.8 millones de dólares, el peligro potencial de que se produzca un fuego durante la temporada festiva es una realidad.

De hecho, el riesgo de incendio del árbol de Navidad es tan crítico que es uno de los artículos de decoración para el hogar los más regulados del mercado. En la UE, por ejemplo, los árboles de Navidad artificiales deben cumplir con las mismas normas establecidas para los juguetes.  Y los juguetes entran en una de las categorías de productos más estrictas debido a su relación directa con los niños.  Esto es particularmente pertinente en el caso de los árboles nevados, que presentan el mayor riesgo de incendio.

Aunque este ensayo es común, no está exigido por ley. En Europa, solo Francia tiene regulaciones específicas relativas a la seguridad de los árboles de Navidad (los árboles con puntas afiladas peligrosas en el extremo de las piñas están estrictamente controlados).

EN 71-2:2011 +A1:2014 es la norma europea que especifica los requisitos relacionados con la inflamabilidad de los juguetes. El número “2” es la parte específica del estándar directamente relacionada con la inflamabilidad. Establece los requisitos de seguridad para juguetes que pueden suponer un riesgo significativo de lesiones para los niños y evalúa el potencial de que un objeto se pueda prender fuego.

Un árbol artificial que cumple con dichos requisitos tiene que pasar por diferentes pruebas. Estas pruebas están estandarizadas y deben reproducir condiciones específicas de la vida cotidiana. Es importante tomar nota de que todo árbol artificial vendido en Europa debe estar sujeto al mismo tipo de análisis sin tener en cuenta donde se han realizado las pruebas.

Esto es lo que sucede durante las pruebas de inflamabilidad:

  • Se prepara una cámara con unas condiciones especiales a una temperatura de 20 grados centígrados (±5oC) y con una humedad relativa del 65% (±5%).
  • El periodo de pruebas es de al menos siete horas y las muestras se prueban en un intervalo de 5 minutos después de sacarlas de la atmósfera en condiciones especiales.
  • Se prende fuego a una parte del árbol, luego se apaga y se registra cualquier combustión adicional.
  • También se mide el ritmo al que se extiende la combustión.
  • Cualquier muestra que se queme a más de 30 mm por segundo no pasará la clasificación designada.
  • Las muestras que arden a un ritmo de 10-30 mm por segundo deben llevar las siguientes advertencias: “¡Advertencia! Mantener alejado del fuego”.

Este tema se toma tan en serio que incluso una vez que los productos han sido fabricados, se extrae una muestra aleatoriamente y se le hace una prueba de combustión destructiva. A efectos prácticos, esto significa que los fabricantes y el comprador se ponen de acuerdo y sacrifican algunas unidades para asegurarse de que el árbol de Navidad no se prenderá fuego.

Los estándares de seguridad son incluso más elevados para árboles recubiertos con nieve o escarcha artificial que podrían crear un riesgo de incendio adicional. Estos productos están evaluados de acuerdo a las recomendaciones de la Comisión de Seguridad del Consumidor (1993).

2. ¿Ha pensado alguna vez las lesiones que puede causar un árbol de Navidad?

Las divertidas y festivas decoraciones pueden ser peligrosas sin proponérselo. En promedio, lamentamos las 200 heridas al día cada año relacionadas con el material de decoración. En 2017, no menos de 18 personas tuvieron que ser atendidas por los servicios de emergencia.

Incluso si no existía ningún requisito de la UE en cuanto a prevención de lesiones relacionadas con los árboles de Navidad, Francia ha establecido su propia normativa, NFS 54-200. Requiere que:

  • Cualquier árbol artificial vendido en territorio francés debe estar libre de puntas afiladas; sus extremos deben estar doblados
  • Cada extremo del árbol debe probarse para ver si resiste una fuerza de tracción de 60N, equivalente a un peso de seis kilogramos. Algunos distribuidores piden incluso un peso mayor al realizar las pruebas para asegurarse de que las ramas resistirán el peso de los adornos, o que serán lo suficientemente flexibles como para doblarse sin romperse

La estabilidad es también crítica y la mayoría de importadores piden a terceros que realicen pruebas adicionales que sobrepasan los requisitos de la normativa estándar. Un árbol pasa la prueba si no se vuelca al colocarse sobre una pendiente con seis grados de inclinación.

Algunos fabricantes van incluso más allá y piden pruebas adicionales para comprobar que no existen puntas o bordes afilados, ni componentes pequeños que un niño podría retirar con facilidad y tragárselos (tracción aplicada: 60N, equivalente a seis kilogramos, lo cual es un peso significativo.)

En 2016, la Comisión Europea emitió un aviso sobre árbol artificial de lujo después de que se comprobara que poseía puntas afiladas. Cualquier árbol con bordes afilados está considerado peligroso. Si alguien cayera sobre el árbol y se pinchara con una punta metálica afilada, podría sufrir lesiones graves, particularmente oculares. Fueron inmediatamente retirados del mercado.

 

3. ¿Pueden ser tóxicas sus Navidades?

Sorprendentemente, los mismos elementos que hacen que sus adornos festivos sean tan atractivos, como los colores vivos, fragancias y brillos, son los que los hacen potencialmente peligrosos. En 2014, un estudio de 69 productos festivos encontró que asombrosamente dos terceras partes poseían productos químicos potencialmente peligrosos, como plomo y ptalatos (los esteres o ácido ftálico se utilizan en la fabricación del plástico).

Los restos de purpurina quedan esparcidos hasta mucho después de terminadas las fiestas y es importante saber qué contienen. El usuario debe leer todas las etiquetas de advertencias y seguir todas las instrucciones del fabricante. Una lectura similar es útil a la hora de usar nieve artificial. Los niños que sufren de alergia no deben tocarla ni jugar con ella.

En los Estados Unidos, existe una normativa central para los productos químicos: Proposición 65 de California. Esta advertencia obligatoria es aplicable si el producto contiene productos químicos que puedan causar cáncer. Si ve esta advertencia en su árbol de Navidad, pida más información a su distribuidor.

En la Unión Europea, hay dos sustancias en los árboles de Navidad que pueden estar afectadas por la normativa REACH y que se comprueban habitualmente.

En la Unión Europea, hay dos sustancias en los árboles de Navidad que están particularmente controladas bajo la normativa REACH:

1) Cadmio – REACH Anexo XVII relacionado con revestimientos y piezas de plástico. En general, la exposición al cadmio utilizado en los árboles artificiales no presenta peligro, pero como sus efectos pueden ser serios, es importante saber que este producto químico está presente.

2) Plomo – REACH Anexo XVII relacionado con las piezas de metal. La exposición al plomo puede ser grave, incluso fatal, por eso hay que estar alerta, leer el etiquetado y limitar la exposición a las partes metálicas.

Pero los consumidores pueden tener certeza de que muchos de los productos químicos están ahora regulados, prohibidos y examinados cuidadosamente.

Y algunos fabricantes incluso van más allá y piden que cualquier superficie pintada o revestimiento resista el frote con las manos o ser sumergidos en agua.

Según el CEO de API Lab, “Cada año, API Lab realiza cientos de pruebas a árboles y adornos de Navidad para asegurar que cumplen con las normativas de calidad. Aunque las navidades son solo una vez al año, API Lab publica decenas de informes sobre productos para decoración festiva todos los días, principalmente entre julio y septiembre. Estas inspecciones y pruebas de laboratorio ayudan a fabricantes y distribuidores a elevar el nivel de atención sobre este artículo particularmente delicado. Como esta industria está constantemente sometida a una gran vigilancia, los proveedores potencialmente dudosos son rápidamente identificados como sospechosos y la mayoría de las veces tienen que pasar una auditoría para probar su fiabilidad.”

Para más información, también puede consultar las siguientes páginas web públicas que registran devoluciones: